Por Leticia Soberón Mainero
Cofundadora de dontknow.net
Madrid, septiembre 2014
Uno de los cambios más radicales que vive el mundo de hoy respecto a todas las generaciones anteriores, es que millones niños saben más que los adultos sobre algo realmente importante para la sociedad: Internet y la tecnología digital. Esto supone una situación completamente nueva e inquietante para muchos de esos adultos, pero tiene sus aspectos esperanzadores según la bloguera canadiense Anne Kingsto http://www.macleans.ca/society/life/get-ready-for-generation-z/
Su artículo señala que los niños que han nacido después de 1998 –los que tienen menos de 18 años– parecen marcar una diferencia importante respecto a los mayores de 25 (Generación Y) y están muy distantes de los treintañeros (llamados Millenials en inglés).
Obviamente no puede generalizarse, pues no es lo mismo haber nacido en una gran urbe que en una aldea sin conexión, pero son muchos millones, en cientos de países, los jóvenes nativos digitales activos e independientes que responden al perfil descrito como «Generación Z». Constituyen la cuarta parte de la población norteamericana y pueden ser más de mil millones en todo el mundo.
Algunos observadores de la sociedad detectan en ellos el surgimiento de una especie de generación estrella de personas industriosas, colaborativas y orgullosas de contribuir a mejorar la situación del planeta.
El término «Generación Z» fue popularizado por la agencia de publicidad Sparks & Honey, que realizó un estudio en Nueva York y lo difundió como Conozca a la Generación Z y olvide todo lo que sabe sobre los Millenials. Encontró que el 60% de los miembros de esa generación desea un trabajo socialmente útil frente al 31% de la Generación Y. Son emprendedores (el 72% quiere iniciar su propia empresa), y sensibles a lo comunitario (el 26% realiza voluntariado en algún sitio). Son, además, mucho más cuidadosos con su salud: fuman y beben menos que sus hermanos mayores. Son tolerantes y menos propensos, además, a asumir los tradicionales roles de género.
Don Tapscott los describe en su libro Grown up digital (2008) como mucho más deseosos de ser inteligentes que guapos. El investigador australiano Mark McCrindle, que ha estudiado durante siete años a niños que aún no han cumplido los 18, asegura que son «la generación más conectada, educada y sofisticada de la historia. No sólo representan el futuro: lo están creando». Se refiere en parte a los niños y niñas inventores y creadores de aplicaciones, software y diseños, que se mueven como peces en el agua en el ambiente digital creado por sus mayores y se dedican a innovar e inventar cosas útiles y concretas para resolver situaciones difíciles.
Claro, siempre ha habido jóvenes innovadores, pero en este momento la combinación de los medios digitales con el llamado crowdsourcing y la educación on line gratuita, han impulsado a esta generación de una manera que no tiene precedentes. En 2013, la estudiante de 17 años Angela Zhang descubrió un protocolo para que los médicos detectaran mejor los tumores en el escáner MRI. Y Jack Andraka, de 15 años, se hizo famoso con su barato y acertado detector de cáncer de páncreas.
Evidentemente ni todos los niños y niñas son así, ni lo son en todo el mundo: sabemos que millones de niños de esa generación no tiene acceso a los mínimos necesarios para vivir dignamente. Motivo de más para no dejar pasar más tiempo y presionar a gobiernos e instituciones para que prioricen la educación y el acceso digital.
Ésta es, sin duda, una de las claves para un futuro más prometedor y en parte, está en nuestras manos.
1 comentario
Artículo a mi parecer interesantísimo, no tenía ni idea de toda la novedad que ha expuesto la sra Soberon, tan bien documentada y con tanta maestría y claridad.
Enhorabuena Dolores Cabrera