Por: Rocío Muñoz
Àmbit Maria Corral
Barcelona, noviembre 2017
Foto: Ita Amigó
El pasado 16 de noviembre se celebró la 227 Cena Hora Europea organizada por el Àmbit Maria Corral para tratar el tema: «Reforzar los vínculos de la amistad». El presidente de l’Àmbit, Josep M. Forcada, presentó la propuesta de la cena sobre la amistad como un valor fundamental y todavía más ante la situación actual que vivimos. Dedicó unas palabras para recordar especialmente a Anna Rexach i Francesc Viñas, grandes amigos de l’Àmbit Maria Corral que nos dejaron recientemente.
Moderó la Cena Assumpta Sendra, doctora en Ciencias de la Comunicación y Humanidades, quien comentó que la amistad es un valor preciado y que debe cuidarse porque es frágil y se puede romper. Además, la amistad auténtica vivida desde la libertad, sin forzar, requiere una implicación activa en la que deben ponerse los cinco sentidos.
Empezó Manuel Fló, psicólogo y terapeuta de pareja y de familia, que afirmaba que las circunstancias sociales hacen que aparezcan conflictos. Se centró en la relación de diferentes tipos de parejas: las que no son amigas, las que son conocidas y las que no tienen vínculos de conexión con carencias muy serias de relación. Ante este hecho, cuestionaba cómo resolver los conflictos. Desde la terapia se intenta dar respuesta a estas distintas situaciones. Remarcó los inconvenientes que hay en la comunicación, por ejemplo, los mensajes a través de Whatsapp que provocan malentendidos difíciles de manejar. Por tanto, es necesario tomar consciencia de la comunicación tanto en la cantidad como en la calidad, y la falta de capacidad para hacerlo requiere de una tercera persona como puede ser un mediador o un interlocutor o incluso un terapeuta. Para finalizar resaltó unos aspectos necesarios para convivir tanto en pareja como en la familia: asertividad, empatía, tolerancia, comprensión, aceptación del otro tal como es, respeto, flexibilidad y escuchar.
Jordí Giró, copresidente cristiano del GRIC (Grup de Recerca Islamocristiana), hizo su aportación desde la visión de la obra Las grandes amistades de Raïssa Maritain y con motivo de la situación actual redactó una carta a Oriol Junqueras que compartió con los asistentes donde expresaba que: «Hablar sobre la amistad implica una dimensión íntima de vida personal y una revisión biográfica insoslayable». En palabras de Maritain: «Los amigos forman parte de nuestra vida, y nuestra vida explica nuestras amistades». Como los autores, Jordi Giró relacionó la amistad con el ámbito político y el fellowsheep en el ámbito del diálogo y la colaboración interreligiosa. Afirmó que: «Somos seres para la comunicación y, por lo tanto, nuestra relación personal solo se desarrolla profundamente en las relaciones éticas y morales desinteresadas.» Remarco que la amistad es el paradigma de la relación más libre e independiente a la que podemos aspirar y se caracteriza por la igualdad y el desinterés. Los amigos se respetan la libertad y la consciencia y, por encima de todo, tienen la convicción plena en el deseo sincero que se quieren bien mutuamente. Acabó ofreciéndonos las iniciativas que lleva a cabo: Comités para la Paz Civil y Religiosa en España, y la consolidación y expansión del GRIC.
Anna Pagès, profesora titular de la Facultad de Ciències de l’Educació Blanquerna-URL, cuando hace la pregunta a sus alumnos: ¿Qué es un amigo?, éstos responden que es quien no te falla nunca. Esto tiene dos dimensiones interesantes: El compromiso de continuidad y la disposición firme e inmutable. A la pregunta: ¿Cómo se hacen los amigos?, la respuesta es más difícil, ya que es abrirse a «La posibilidad de la amistad en el sentido de una experiencia diferente, que recree la simple relación de intercambio para trascenderla». Pero la pregunta que deben hacerse los educadores es si se puede enseñar la amistad como una experiencia de relación humana más allá de la interacción, el contrato o el contacto. Y, ¿cómo se enseña a hacer amigos?, se han de tener en cuenta algunas consideraciones: Primera, la amistad es una experiencia, no únicamente un hecho. Segunda, la amistad es una experiencia existencial de transformación. Tercera, para hacer amigos hay que ser sociable, y el educador puede enseñar a ser sociable con su testimonio. Y la última consideración es que para hacer amigos hay que hablar con los otros. Para finalizar, remarcó que para enseñar la amistad es necesario rehacer el engañoso camino de pensar que el amigo es solo un contrato.
Finalizó Natàlia Plà, asesora, acompañante filosófica y miembro de la Universitas Albertiana, con la pregunta: ¿Por qué no ser amigos? del texto de la Carta de la Paz dirigida a la ONU. Dijo que: «La amistad es frágil. No es una opción tan escogida como quisiéramos pero, ¿qué razones son suficientes para impedir la amistad con otros grupos diferentes? Hemos de reforzar, no solo pensar. Si pensamos en reforzar es porque es frágil.» Es una pregunta dolorosa porque hay un punto de dolor en la decepción. Hizo referencia al doctor Alfred Rubio, quien hablaba mucho sobre la amistad y decía que era el denominador común y una manera de tratarnos lubricando la vida social. Par reforzar la amistad hay que desidealizarla, desendulzarla y asumir la vulnerabilidad, la fragilidad que tiene. «Hemos de hacer el ejercicio de compartir la vida de verdad y en la verdad, y la verdad está encarnada, la verdad de quien somos». Acabó resaltando la importancia de alimentar la amistad con otros lenguajes y ampliar los códigos comunicativos. Además, la maduración del vínculo de la amistad incluye la renuncia a las propias necesidades.
La cena acabó con un interesante coloquio donde los asistentes aportaron sus opiniones sobre el tema haciendo nuevas preguntas, y los ponentes pudieron acabar con una breve reflexión.