Ignasi Batlle: «Mi libertad es la capacidad que tengo de decidir, asumiendo mi condición y relacionándome con los demás, o dicho de otro forma, la capacidad de decidir asumiendo la realidad personal y amando. La libertad tiene que ver con la capacidad de amar y hay tres niveles: a un mismo, a los que tenemos alrededor y la capacidad de amar al mundo que nos rodea. El motor que mueve el ejercicio de mi libertad es tomar conciencia de mi hermandad existencial, es decir, que la vida, lo que considero más importante, me hace igual y me une a todos los coetáneos».
Jordi Riera: «Nuestra libertad es fecunda y genera felicidad cuando ni se ignora al otro, ni nos ignoramos a nosotros mismos. Comprender al otro como parte de un mismo, de la misma naturaleza, del mismo yo… permite, encuentro tras encuentro, profundizar en tu propio yo, el privado y el común. Hay que preguntarse si no somos ignorantes también de nosotros mismos por la incapacidad de mirarnos dentro nuestro. ¿Somos capaces de ser libres, “con” y “desde los” otros, sin ignorarlos, reconociéndolos como parte de nosotros mismos y desde el autoconocimiento también de nuestros valores, capacidades y responsabilidades?».
Joan Martínez: «La libertad es un acontecimiento muy cotidiano. La libertad no tiene que conllevar necesariamente que las cosas que vienen del pasado tienen que ser renovadas por una sensación que son arcaicas y que no tienen que ver con las nuevas situaciones que nosotros podemos vivir. A veces, cosas que parecen insignificantes esconden unos contenidos morales y éticos importantísimos. Y es importante porque actualmente hay el “yo virtual”, muchas personas tienen una tercera persona en las redes con la cual se manifiestan, pero otras personas confunden la presencia no física, es decir, virtual, con un elemento discordante para dar una cara no real».
Begoña Roman: «Tendemos a dividir el individuo en racionalidad y sentimentalidad, a dividirlo respecto de los demás y a separar el derecho a la libertad del deber de serlo. La libertad verdadera es la de los vínculos, la de las obligation, porque estas obligaciones no me las impone otro, sino que me las impongo yo mismo. Responsabilidad es tener cura, preocuparse y ocuparse de los otros. La principal afirmación de la libertad es la vida, el continuo decir si a la vida. No consiste en elegir, la verdadera libertad es elegir los motivos y las razones por las cuales elijo, y las razones para elegir son razones para vivir. La libertad es un fenómeno natural, social y espiritual. Es la condición de posibilidad de tener el propio gozo».