Per Natividad Mañana
Colaboradora del Ámbito María Corral
Barcelona, mayo 2008
Foto: hdpt-CAR
Según las estadísticas del Women’s World Banking, (1994), sólo un 2% de los pobres del mundo tienen acceso a servicios financieros. La situación es peor aún en el caso de las mujeres en África. Carecen habitualmente de títulos de propiedad y otros recursos, y a pesar de que realizan al menos un 70%de las tareas agrícolas, reciben menos del 10 % de los créditos obtenidos por los agricultores. La mayoría de los bancos comerciales no suelen estar dispuestos a concederles créditos por el riesgo de que no sean capaces de devolverlos y también por el escaso beneficio de trabajar en pequeña escala (http://dicc.hegoa.efaber.net/listar/mostrar/140).
En los años 70, con el inicio de la crisis del empleo, en los países industrializados, surgieron diferentes iniciativas para conceder micro créditos a los excluidos del sistema bancario formal. Una de ellas fue la creación de un sistema de ahorro denominado tontine, – en referencia a su creador, Lorenzo Tonti, banquero italiano nacido en Nápoles a comienzos del siglo XVII. En África, las mujeres se sirvieron de esta iniciativa con el fin de hacer frente a sus necesidades cotidianas.
En su versión africana, las tontines son asociaciones no reguladas por los poderes públicos que persiguen objetivos sociales, culturales y de crecimiento económico. Son una especie de colecta de dinero que las mujeres – y también todos aquellos del sector informal – practican con frecuencia: a diario, semanal o mensualmente. Eso les permite ahorrar importantes sumas de dinero para cubrir sus necesidades y luchar contra la pobreza. Cada idioma africano tiene una o varias palabras para denominarlo, por ejemplo: los Miene de Gabon y los Ndowé de la Guinea Ecuatorial lo llaman Ndjengué, los Basa de Camerún dicen ndjangui, los Fang de Gabon, de Camerún y de la Guinea Ecuatorial lo denominan esuan o alason, los habitantes del centro de Nigeria lo llaman meeting, los Lingala de los dos Congos (R.D.C y Brazaville) lo bautizan likelemba, etc., pero generalmente, en el Africa francofona, se le conoce por la denominación tontine y en Surafrica como Stokvels.
Tipos de tontines
Existen diversos tipos de tontines: de previsión, de créditos, para las celebraciones, para el comercio, para gastos funerarios, para trabajo, etc. Pero las categorías más importantes son las tontines mutuas o de solidaridad que tienen vocación social y se basan en el principio de rotación de los fondos. Su objetivo es promover todo tipo de acciones solidarias y prestaciones gratuitas entre sus miembros. Los fondos recaudados pueden ser de dinero o de otros bienes. Es el caso de la tontine de mujeres vendedoras de plátanos en el mercado SEMU de Malabo. El grupo cuenta con veinticinco personas que recaudan vajillas, cubiertos, cristalerías, aceite, azúcar, etc. En caso de una emergencia, por ejemplo un incendio, un robo, u otra incidencia, todas se movilizan para socorrer a la victima (http://ww2.unhabitat.org/programmes/ifup/conf/Inclusive-Cities-spanish.PDF).
Por su parte, las tontines comerciales responden a motivaciones financieras. Son verdaderos mercados financieros, reservados únicamente a sus miembros. El método de acceso al fondo es también rotatorio. Utilizan términos como “gros lots” (grandes lotes) y “petits lots” (pequeños lotes), designando respectivamente el mercado principal y el mercado secundario. Independientemente del tipo de tontine (de solidaridad o comercial), sus miembros, no sólo se ayudan con el dinero recogido sino también, se ofrecen apoyo de cualquier tipo en situaciones de crisis.
Para crear una tontine, los grupos se forman generalmente por afinidades que pueden ser muy diversas. En principio, se basan sobre aquellos sistemas que la propia sociedad tiene para que sus miembros se asocien: personas de la misma generación, miembros de una familia extensa, mujeres de una cofradía religiosa, emigrantes de un mismo pueblo en una ciudad, etc.: y se agrupan generalmente por categorías socio-profesionales.
Cada componente aporta, diaria, semanal o mensualmente, una cantidad determinada de dinero – 500, 1.000 10.000, hasta millones de Fcfa (Franco de la comunidad financiera africana), – circulan en ello. El total reunido pasa por turno, a las manos de cada una de las personas que forman el grupo, para ser invertido en lo que cada una considere necesario. Generalmente lo invierten en ceremonias (bautizos, bodas, gastos médicos, dotes, escolarización de los niños, funerales, etc.) También una pequeña cantidad del dinero depositado se utiliza como reserva para hacer frente a situaciones imprevistas (http://www.absolum.org/ot_tontinas.htm).
La importancia de la palabra dada
En la tontine de Oyana Cristina, en Bata, que cuenta con treinta mujeres, la recogida mensual llega a los 4.000.000 Fcfa, (6.000 €) Esta joven muchacha dice que había programado utilizar sus fondos para enviar a su madre a curarse a Europa; por desgracia, esta falleció antes de que llegara su turno y acabó por utilizarlos en sus funerales. Como en todas las asociaciones a fondos rotatorios, las tontines fundan su principio y su garantía sobre el respeto de la palabra dada. No se firman papeles, no se cobran intereses, no hay gastos de mantenimiento del sistema. Y el dinero que la persona se lleva no se «devuelve». Lo que sí está claro es que, todo incumplimiento a los compromisos asumidos en el interior de una tontine priva a su autor de todo respeto.
Aunque la iniciativa fue adoptada por las mujeres para paliar sus necesidades cotidianas, se observa con evidencia que, actualmente en África, la práctica de este sistema de ahorro está desafiando à las instituciones bancarias tradicionales que ven a sus clientes invertir sus fondos en las tontines. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es este sector de la economía el que, en este momento, absorbe de un 50 a un 90% de la población activa de las ciudades africanas y representa entre un 30% y un 75% del PIB de los países africanos. En Camerún, por ejemplo, la tontine llega a abarcar el 30% de la masa monetaria del país. En Burkina Faso, las tontines ocupan los 2/3 del sector informal y un 80% en Cabo Verde. El flujo monetario que circula en ella escapa al control de las grandes instituciones bancarias tales como el FMI y el Banco Mundial, razón por la cuál, numerosos estudios de economistas antropólogos y especialistas de desarrollo, tanto de la propia África como de países industrializados, sugieren a muchos de los Estados africanos integrar este sistema en sus políticas económicas.