Por Pastor Cea Merino
Psicólogo
Santiago de Chile, mayo 2011
Foto: Vividora de sensaciones
En los últimos años España se ha configurado como un país receptor de una gran cantidad de población extranjera procedente de diversas partes del mundo, representando ésta un 12.2% sobre la población total residente en España (INE, 2011)1. Si bien las mujeres españolas comparten con las extranjeras el riesgo a ser maltratadas o asesinadas por sus parejas o exparejas, en los últimos diez años ha existido una sobreexposición de estas últimas, ya que la proporción de mujeres extranjeras en España víctimas de violencia de género supone una sobre-representación respecto al peso demográfico de éstas. En otras palabras, la mujer inmigrada es más proclive a sufrir violencia de género que la mujer española.
Amnistía Internacional España (2007) ha sido categórica al indicar que la probabilidad de una mujer inmigrante de morir asesinada a manos de su pareja o expareja superaba en cuatro veces y media la de una mujer española.
Hace poco en España fue asesinada una mujer inmigrada, de origen rumano. El presunto asesino, pareja de la víctima y sin antecedentes penales, también amenazó con matar a la hermana menor de ésta cuando llegase a casa, una niña de tan sólo 13 años.
Antiguamente el asesinato de una mujer a manos de su pareja o expareja se atribuía a las características internas del hombre, es decir, a sus rasgos de personalidad. En la actualidad, se utiliza el término «femicidio» como el asesinato evitable de mujeres por el sólo hecho de ser mujeres, el cual –según Rico (1996)– refleja la asimetría existente en las relaciones de poder entre hombres y mujeres, y que perpetua en su máxima expresión la subordinación y devaluación de lo femenino frente a lo masculino. Al mismo tiempo la violencia ejercida responde al patriarcado como sistema simbólico que determina un conjunto de prácticas cotidianas concretas, que niegan los derechos de las mujeres y reproducen el desequilibrio y la inequidad existentes entre los sexos.
Dicha concepción vuelca el análisis a los factores históricos y estructurales para la comprensión del fenómeno de la violencia de género, y desde esa perspectiva se intenta intervenir el fenómeno; no obstante, las mujeres extranjeras en España continúan siendo víctimas de una doble discriminación, por el hecho de ser mujeres y –además– extranjeras.
Las diferencias idiomáticas a la hora de solicitar información o pedir ayuda, la falta de redes de contacto (familia, amistades locales), la dependencia económica hacia el hombre, el miedo a la deportación, o la desestructuración de la familia en los casos en que el proceso migratorio tuvo como objetivo la reagrupación familiar, son factores que podrían estar determinando el gran aumento de los casos de femicidio en los colectivos de mujeres inmigradas. Las mujeres inmigradas se encontrarían en una situación de vulnerabilidad económica, judicial, cultural y política, a diferencia de las autóctonas.
Con todo, es preciso mencionar que existe una tendencia a la feminización de las migraciones, y si bien «las mujeres siempre han estado presentes en los movimientos migratorios, hoy se las encuentra en casi todas las regiones, en todos los tipos de flujos y cada vez más salen de manera autónoma, a diferencia de otros siglos donde el patrón era asociativo» (Balbuena, 2007: 2).
A modo de cierre, podemos decir que el aumento de la migración femenina, en conjunto con los factores estructurales mencionados anteriormente, podrían actuar como caldo de cultivo para el aumento de los casos de violencia de género y femicidios contra mujeres inmigradas en España, de ahí la importancia de continuar trabajando desde nuestros diversos campos de acción para visibilizar y prevenir la violencia de género, independiente de la procedencia de las personas involucradas.
1 Avance provisional al 1 de Enero de 2011 elaborado por el Instituto Nacional de Estadística. Las cifras consideran, únicamente, a la población extranjera empadronada, por lo que el porcentaje podría aumentar al considerar a las personas en situación de «irregularidad» o no empadronada.
Referencias
Amnistía Internacional (2007). Más riesgos, menos protección. Mujeres inmigrantes en España frente a la violencia de género. Amnistía Internacional, Sección Española.
Balbuena, P. (2007). Feminización de las migraciones: del espacio reproductivo nacional a lo reproductivo internacional. Revista Aportes Andinos No. 7. Ponencia presentada en la conferencia “Globalización, migración y derechos humanos”. Universidad Andina Simón Bolívar. Quito, Ecuador.
INE (2011). Avance del Padrón municipal a 1 de Enero de 2011. Datos provisionales. Disponible en: http://www.ine.es/prensa/np648.pdf
Ministerio de Igualdad (2009). Plan de atención y prevención de la violencia de género en población extranjera inmigrante: 2009-2012.
Rico, M. (1996). Violencia de género: Un problema de derechos humanos. Serie Mujer y Desarrollo LC/L.957, Nº 16. Editado por Naciones Unidas, CEPAL. Santiago, Chile.