Por: Rocío Muñoz Montes
Àmbit Maria Corral
Barcelona, junio 2016
Foto: Assumpta Sendra
El pasado 19 de mayo, el Àmbit Maria Corral organizó el 220 Cena Hora Europea. Una cena de celebración, con ciento cincuenta asistentes, con la propuesta del tema «la música y el canto, fuentes de comunicación», moderado por Josep Lluís Socías. Como decía el presidente del Ámbito Maria Corral, Josep M. Forcada, «220 cenas significa una larga trayectoria donde hemos podido presentar doscientas veinte propuestas de pensamiento con el motivo de convocar unos ponentes que desarrollen un tema para ofrecernos pensamientos, criterios, opiniones, es decir, un estilo muy personal en que la reflexión y el diálogo son de interés humano y necesarios para entender y aceptar estas realidades que nos presentan».
La primera aportación fue a cargo de Herminia Carbó, pedagoga musical y pianista que se centró en la teoría musical y en la voz, considerada como el instrumento más perfecto, el más poderoso, el más antiguo y, además, único. Partió de grandes figuras de la historia griega y romana que dan una gran importancia a la música. Explicó que «la voz, de alguna manera, proyecta la esencia de nuestra verdad y la verdad es muy importante y poderosa. También sabemos que es el reflejo de nuestro estado interno, de nuestros sentimientos más íntimos, y de eso deberíamos tomar consciencia y ser responsables.» Además, «la voz es este sello de identidad que permite esta diferenciación. Pero tiene otras cualidades importantes que hermanan y unen: la paz, el amor, la verdad, la fuerza de la voluntad y la alegría, y en todas ellas podemos entrar a través del silencio, del sonido y de la música». Finalizó interpretando al piano El cant dels ocells de Pau Casals con la colaboración de Pedro Gutiérrez que a través de la danza expresó el sentido del fragmento musical.
Joan Martínez y Laia Camps, creadores de espectáculos y artistas, comenzaron con un diálogo a partir de la pregunta «¿qué es la música para ti?». Inmediatamente Joan Martínez habló del nacimiento de la música y de cómo ayudó a las personas. Reflexionó sobre la distinción entre música y canto. Resaltó la importancia de la música como vehículo de comunicación para todos, ya que «en un momento determinado, se comienzan a desarrollar de manera mecánica los instrumentos musicales y la expectativa de nacimiento de estos era imitar la voz humana, que era el instrumento más perfecto. Cuando se crean instrumentos increíbles, estos permiten saltar las fronteras de la voz humana.» Explicó la separación entre la música y el canto: «la música instrumental sufrió un desarrollo hacia el virtuosismo, hacia cómo ensanchar su ámbito, su registro y sus capacidades. El canto siempre ha mantenido esta vertiente humana y esta capacidad que, a pesar de tener unos límites muy complejos, siempre ha estado asociado a la palabra, y eso ha significado un límite.» Hizo referencia a grandes personajes de la música como Mozart y Beethoven.
El cantautor Joan Dausà compartió más desde su experiencia que desde la teoría. Explicitó que la comunicación es básica: «no sólo comunicamos con la música y el canto, sino que cada cual comunica con su trabajo y el día a día.» Hizo un recorrido sobre su experiencia en la música, sus inicios como pianista y cantante. Destacó que lo importante no es ser el mejor, sino que: «al encontrar tu vía, encuentras la gente que conecta con tu vía y creas tu manera de hacer y que la clave es comunicar desde uno mismo.» Hizo entender que «quizás es necesario un poco de egocentrismo en algún momento de la vida, para darse cuenta que es la excusa para aprender aquello que te impulsó y después ver que puedes dejar a un lado esta parte y quedarte con aquello importante.» Compartió las oportunidades que ha ido encontrando puesto que, «en la vida se tiene que estar atento a aquello que te propone y cualquier cosa vale la pena cogerla y si ves que no es interesante quizás puedes bajar a la siguiente estación, pero quizás sí era la pista que te guiaría durante un tiempo de tu vida.» Para acabar cantó Quan soni la tendresa, una de sus canciones que trata sobre la muerte desde la vida.
El doctor Jordi Craven, nieto de Lamote de Grignon, empezó hablando de la influencia de la música sobre el ser humano y la historia de la música desde los orígenes hasta el Barroco. Explicó que «la música es medio de expresión y de comunicación que puede llegar a ser verbal con el canto, que produce efectos emocionales de comportamiento individual y colectivo. Además, la música impregna interiormente a la persona dejando huella de su paso y acción.» Continuó la ponencia desde una vertiente científica, detallando los efectos de la música sobre el cerebro humano, las emociones o indiferencias que provoca en el cerebro. Describió la relación entre las neuronas espejo y la empatía. También sobre los efectos de la música sobre el embrión, como percibe los sonidos, especialmente la voz de la madre. Explicitó sobre los efectos para la gente mayor: cognitivos, físicos, emocionales y espirituales. Habló sobre la musicoteràpia que puede ayudar en los síntomas de los trastornos neurológicos. Para finalizar resaltó la importancia de la música como estética y, sobre todo como ética, puesto que «la música puede ser una forma puramente estética de comunicación humana y puede producir una comprensión no solamente de la estética musical, sino también de los valores éticos intrínsecos a su motivación.»
Una vez finalizadas las ponencias, se hizo un brindis a cargo de la directora, Assumpta Sendra, para agradecer a los asistentes su presencia y a todas las personas que han hecho posible la realidad del Ámbito Maria Corral. Joan Martínez y Laia Camps para celebrarlo interpretaron una gran actuación.
El tema de la música y el canto posibilitó un tono festivo en esta cena-coloquio de celebración en motivo de la 220 Cena Hora Europea.