La crisis es una oportunidad para crecer.
Estamos haciendo aprendizajes, algunos de los cuales son muy difíciles, pero son imprescindibles para llegar a la madurez social.
Nos queremos adentrar en los valores que estamos aprendiendo y que no podemos olvidar para afrontar nuevas rupturas y transformaciones que se atisban en la tercera década del siglo XXI.
Entre otras cuestiones, nos pregumtamos: ¿Estamos preparados para estos nuevos aprendizajes? ¿Qué valores hay que priorizar? ¿Como afrontamos los cambios?